Fantasía, la conexión a las dimensiones
de la imaginación envueltas en colores
de mantos astrales usando conversaciones
de locuras pasadas de los tiempos de Jerjes.

Fantasía número uno, fantasía número dos,
fantasía infinita, ángeles mozartianos
tratando de buscar salida en los tejados
de las casas infestadas de ídolos paganos.

Nubes cargadas de relámpagos azules,
sequitos de dolores antinaturales
tratan de gobernar nuestras mentes
y almas que ahora están inconscientes.

La caja musical encierra a Beethoven
que juega con el clavicordio desolado
tratando de componer sinfonías en un vaivén
de ideas, pero está muy cansado.

En tu faz esta la belleza deslúmbrate del sol,
y en tus cabellos negros esta la anhelada
noche de mis sueños en tono mi bemol.
¡Oh!, dulce melancolía desolada.

Quisiera acurrucarme en tus suspiros,
a la hora de escuchar la final trompeta
cuando nos lleven los eternos céfiros
al final de la vida, al inicio de la tormenta.

Tú tormenta de la alegría. Cautívame,
cautívame bella ninfa, ninfa de mi corazón
solo escucharas voces en coro ¡Sálvame!,
¡sálvame!, rogaran a ti, en su canción.